En su apuesta por la sostenibilidad, Ence contribuye a la economía circular a través de su propio modelo de gestión y, en este sentido, valoriza la práctica totalidad de sus residuos, evitando que estos tengan como destino final la basura y reintroduciéndolos en su cadena de valor para darles, así, una nueva vida.
Se trata de una alternativa sostenible al clásico modelo lineal de extracción, producción, consumo y eliminación: un modelo respetuoso con el medio ambiente y que permite extender la vida útil de los productos.
Una muestra más del decidido compromiso de la empresa por la sostenibilidad, que supone un pilar fundamental de su Plan Estratégico, así como una palanca de competitividad.
La actividad de la empresa constituye todo un ejemplo de contribución a la economía circular, ya que durante el proceso de producción de pasta de papel, la planta produce y opera con materiales renovables generando, al mismo tiempo, energía eléctrica renovable. Esta energía se genera a partir de la biomasa que no se destina a la producción de celulosa, utilizando para eso la lignina, un componente de la madera que constituye un excelente biocombustible renovable y natural.
De este modo, la planta de Ence en Pontevedra es capaz de valorizar el 99% de sus residuos. Esta innovación le sirvió para obtener el reconocimiento Residuo Cero de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), que acredita a Ence como una organización que lleva a cabo una gestión eficiente de sus residuos.
Así mismo, esta planta vio reconocida desde el ámbito internacional, con la concesión de la Distinción Oro de la Comisión Europea y la ecoetiqueta Nordic Swan, sello ecológico oficial de los gobiernos escandinavos.