La actividad de la biofábrica de Ence en la ría de Pontevedra no solo no produjo una bajada en la productividad de los bancos marisqueros de la zona sino que, muy al contrario, en los últimos 10 años se constata una importante recuperación. Una mejoría a la que la compañía contribuyó, implicándose a través de distintas iniciativas e inversiones en eficiencia y mejora ambiental.
Así lo confirman las Cofradías de la ría que aglutinan a unos 1.400 afiliados trabajadores y empresarios del sector marítimo y que muestran su apoyo y por tanto no ven inconveniente alguno a la continuidad de la biofábrica de Ence en su emplazamiento actual de Pontevedra.
Según las propias cofradías, «a día de hoy la localización de Ence no supone riesgo alguno para la producción pesquera y marisquera». Destacan, además, los planes sociales y las inversiones efectuadas para mejorar su eficiencia y reducir el impacto ambiental, contribuyendo de este modo a la recuperación y sostenibilidad de la Ría de Pontevedra.
Esto queda demostrado en la facturación de las lonjas de pescado y marisco de la Ría de Pontevedra que, a partir del 2018, creció con respeto a los últimos 12 años. Entre ellas destaca la Lonja de Campelo, la cual concentra la mayor parte de las descargas de especies de bivalvos extraídas en las concesiones de las Cofradías de Pescadores de Pontevedra, Lourizán y Raxó. Este punto de primera venta obtuvo en 2019 una producción de más de 610.000 kg con un importe bruto superior a 6 millones de euros, una cifra que supera en un millón a obtenida durante 2017. Gracias a esto, la lonja se posicionó cómo la tercera más destacada en Galicia por comercialización de marisco, solo detrás de Noia y Carril.
Por otro lado, 441 personas, con un 61,5% de mujeres, trabajan en el marisqueo a pie en el interior de la ría pontevedresa, siendo la segunda más importante después de la ría de Arousa en cuanto a número de profesionales habilitados con Permex de marisqueo a pie.
Por si fuera poco, la existencia de 24 playas con la distintivo Bandeira Azul de la UE en la Ría de Pontevedra evidencia la calidad del efluente de la biofábrica de Lourizán. Siete de ellas se sitúan en la zona próxima a las instalaciones de Ence: Cabeceira, en Poio; Portocelo, Mogor, Aguete, O Santo y Loira, en Marín; y Panadeira, en Sanxenxo.
Todas estas mejoras en la Ría de Pontevedra fueron posibles gracias a las importantes inversiones que la compañía realizó para seguir progresando en su relación con el entorno. Por este motivo, los sistemas de control más avanzados y rigurosos garantizan y acreditan la excelencia ambiental de la biofábrica pontevedresa de Ence, buscando siempre ir por delante de la normativa vigente en materia ambiental.
Destacados reconocimientos internacionales distinguen, además, la excelencia ambiental de esta planta, que constituye todo un ejemplo de economía circular. Destaca, entre ellos, la Distinción Oro de la Comisión Europea, por su mejora ambiental, la ecoetiqueta Nordic Swan, sello ecológico oficial de los gobiernos escandinavos y el certificado AENOR Residuo Cero, que acredita a Ence Pontevedra como una organización que lleva a cabo una gestión eficiente de sus residuos, logrando valorizar el 99,1%.