En relación a las últimas declaraciones de Miguel Anxo Fernández Lores, el alcalde en funciones y candidato del BNG a la alcaldía de Pontevedra, realizadas en medios de comunicación sobre la inversión de Ence en Pontevedra y su supuesta influencia en los resultados de las últimas elecciones municipales, la compañía manifiesta que:
– Es falso que Ence haya realizado inversión alguna con fines políticos o para favorecer el voto a ningún partido político a nivel nacional, autonómico o local. La compañía no ha buscado influir en modo alguno en los resultados de las pasadas elecciones municipales. Ence se ha mantenido al margen de las campañas electorales de los diferentes partidos y de sus intereses políticos.
– Las inversiones llevadas a cabo por Ence en su planta de Pontevedra a raíz de la prórroga de su concesión para hacer más eficiencia la planta y reforzar su ya excelente comportamiento ambiental, están detalladas en cuentas auditadas y a disposición de todo el mundo.
Cabe recordar que en la última parada anual, el pasado mes de marzo, Ence destinó 15,5 millones de euros para implantar un exhaustivo programa de mejoras, que permitió incorporar nuevas tecnologías en la planta: el nuevo ciclo del agua, que supondrá un importante ahorro de agua, y una nueva turbina de condensación que supuso un aumento de eficiencia energética de las instalaciones.
– Las concentraciones y manifestaciones a las que alude el Sr. Lores, entre ellas la del 26 de abril pasado a la que acudieron cerca de 20.000 personas, fueron convocadas por los representantes de los trabajadores en defensa de sus puestos de trabajo y los de las empresas colaboradoras de Ence, y contó con un apoyo muy importante de la ciudadanía reflejo de la preocupación social por la continuidad de la biofábrica de Lourizán y la estabilidad y futuro de los 5.000 empleos que dependen de su actividad.
Si se quiere dejar sin su puesto de trabajo y sin su medio de vida a más 5.000 familias de Pontevedra y del resto de Galicia, hay que estar preparado para la indignación y la protesta, y no culpar a otros de esta decisión.