14 de junio de 2018.- Ence ha previsto incorporar una planta de secado térmico la baja temperatura para las cortezas y biomasa de su biofábrica de Pontevedra aprovechando el calor residual de sus procesos, que supondrá un importante aumento de la eficiencia energética de la instalación. Tras las declaraciones de los representantes de la APDR realizadas en las últimas semanas, la compañía quiere informar a sus vecinos de que se trata de otra de las inversiones destacadas del programa de mejoras ambientales de su biofábrica de Lourizán.
El proyecto supondrá una inversión de 4 millones de euros y contribuirá a la optimización del comportamiento ambiental de la biofábrica, al permitir ahorrar más de 5,3 millones de kWh, que puede llegar hasta un 75% de ahorro energético en el caso de la prensa de cortezas.
El secado térmico tiene como objetivo eliminar al máximo el grado de humedad de las cortezas que sirven de combustible a la caldera de biomasa de Ence-Pontevedra. En los procesos de valorización energética de la biomasa un factor clave a tener en cuenta es el Poder Calorífico Inferior (PCI), que representa la cantidad de energía neta que se puede obtener de la biomasa.
El problema que presenta normalmente este tipo de biomasa es su alto grado de humedad, lo que reduce considerablemente su poder calorífico. Para incrementar este poder calorífico es necesario reducir la humedad mediante procesos de secado, como lo que proyecta Ence.
El método para llevar a cabo dicho secado térmico a baja temperatura consistirá en extraer la humedad de la corteza haciendo pasar aire caliente a una temperatura de 60ºC a través de la misma. Entre las ventajas ambientales del procedimiento se puede destacar la reducción de emisiones de CO2, la reducción de consumo eléctrico en las torres de refrigeración, una menor utilización de la prensa de cortezas, así como la merma en el uso de otros combustibles para estabilizar la caldera de biomasa.
El uso energético de la biomasa, que es el principal combustible que utiliza la biofábrica de Lourizán en sus procesos, constituye un buen ejemplo de Economía Circular. Se trata de un magnífico combustible renovable, autóctono y que evita el consumo de combustibles fósiles contaminantes como el fuel-oil. Además, contribuye a la limpieza de los montes de Galicia evitando incendios y genera una gran cantidad de empleo y dinamismo económico rural.