25 de octubre de 2014.Por cada 10 litros de agua que consumía el Centro de Operaciones de Ence en Pontevedra hace 25 años, en 1989, hoy consume 4.3 litros. La reducción del consumo de agua de Ence Pontevedra desde 1989 es de un 43%. Y eso sucede después de que la fábrica incrementase sustancialmente su producción. El principal centro de transformación para la exportación de madera gallega necesitó en 2013 un 73.2% menos de agua que en 1989 para producir una tonelada de pasta.
Este avance es resultado de las inversiones en mejora ambiental efectuadas por Ence desde los años 90. Y muy especialmente a partir de 2006. La realidad de aquella fábrica, la de 1989, tiene muy poco que ver con la de la actual factoría de Lourizán. De hecho, en aquella época la fábrica aún empleaba cloro en su proceso productivo. Desde 1997, la fábrica gallega de Ence en Lourizán es una de las dos únicas de Europa que producen pasta de papel 100% libre de cloro (TCF, Totally Chlorine Free), la defendida por las principales asociaciones ecologistas del mundo como opción responsable de consumo de papel procedente de fibras ?no de procesos de reciclaje-.
Los datos de mejora ambiental son especialmente dicientes en lo que tiene que ver con la calidad del efluente líquido. Ence Pontevedra dispone desde 2006 de un sistema de depuración que le ha permitido liderar el ranking europeo de fábricas de su sector por la calidad de su efluente líquido.
Avances en DBO y DQO
Para medir esta calidad en la industria papelera de la Unión Europea se emplean 7 indicadores. Los más importantes son la Demanda Química de Oxígeno del efluente (DQO) y la Demanda Biológica del Efluente (DBO5). O lo que es lo mismo, los indicadores que sirven para medir el oxígeno que consume un efluente que se deposita en un cuerpo de agua. Ese oxígeno ?contenido en el agua- es el que también necesitan la flora y la fauna acuática. Si un efluente demanda mucho oxígeno, se lo resta a los animales y las planta marinas. Al hablar de DBO y de DQO, los avances son especialmente importantes.
En 1989, cuando la factoría de Lourizán aún estaba adscrita al antiguo Instituto Nacional de Industria (INI), la DQO del efluente de la fábrica era de 93,8 kg/tAD. En 2013, y de acuerdo a datos auditados por terceros independientes y por los controles de las administraciones públicas, la DQO fue de 4,59 kg/tAD. La mejora es del 95%.
En el caso de la DBO5, el avance es incluso superior. Se pasó de los 25,16 kg/tAD de 1989 a los 0,40 de 2013. En términos porcentuales, la mejora es de un 98.4%. En el resto de los indicadores establecidos por la UE para medir la calidad de un efluente líquido a un cuerpo de agua se registraron mejoras similares. La información sobre el desempeño ambiental actual, y sobre la totalidad de los indicadores, está disponible en el sitio web https://encepontevedra.com. En todo caso, existe un consenso total a nivel científico sobre el hecho de que la DQO y la DBO son los parámetros más importantes para determinar la calidad de un efluente líquido.
La empresa ya está a la vanguardia de su sector en Europa en gestión ambiental. Y trabaja para continuar mejorando en la materia. De ahí planes como los de reducción de olores. Y otras mejoras mucho menos perceptibles para la población. Como la emisión de partículas, por ejemplo. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud y las principales organizaciones ecologistas del mundo, las partículas en suspensión en el aire, principalmente por las emisiones de los motores diésel del tráfico rodado, son el principal problema de contaminación ambiental en las ciudades. Ence mejora notablemente desde hace años las normas establecidas para la emisión de partículas. Y el trabajo para la consolidación de la factoría como líder europea en gestión ambiental continúa dando frutos: en 2013, redujo un 30% la emisión de partículas.