2 de junio de 2012. El Plan de Eliminación de Olores puesto en marcha por Ence y la Universidad de Santiago desde 2010 da sus primeros resultados. Desde el pasado año, el impacto oloroso de la factoría se redujo en un 75%. La comparación de los datos de impacto oloroso registrados en los cinco primeros meses de 2011 con los datos del mismo periodo del presente año no deja lugar a dudas. El impacto oloroso es prácticamente una cuestión del pasado. La reducción de los episodios olorosos vino acompañada de una reducción igualmente próxima al 75% en la duración de cada uno de esos episodios.
El olor tradicionalmente asociado a la industria papelera en el mundo entero es producto de la cocción de madera, proceso en el que se generan emisiones olorosas altamente perceptibles por el olfato humano. La incorporación a la factoría pontevedresa de Ence de nuevas y avanzadas soluciones tecnológicas, acompañadas de un plan de mejora operativa, han permitido lograr esta drástica reducción de olores. «Cumplimos con lo que anunciamos», afirma el director del Centro de Operaciones de Ence, Antonio Casal. «En los próximos meses desaparecerá el impacto oloroso de la actividad industrial de Ence».
La mejora en desempeño ambiental de Ence en Pontevedra fue en 2011 más allá de los olores. Los planes de mejora continua han servido para continuar reduciendo el consumo de agua, de madera, o de productos químicos. Así, Ence necesitó en 2011 un 22% menos de sosa para producir una tonelada de celulosa. Y el consumo de madera por tonelada se redujo en un 15%.
Ence logró, además, continuar reduciendo el consumo de agua por tonelada de pasta de celulosa producida. La empresa ya había reducido entre 2000 y 2009 en un 14% su consumo de agua por tonelada. Continúa avanzando por esta senda en el marco de una política ambiental cuyos resultados en 2011 serán presentados con detalle en las próximas semanas.
Reconocimiento general de la mejora ambiental
Esta mejora no ha pasado desapercibida a la ciudadanía. Una encuesta realizada para Ence por Sondaxe en las últimas semanas revela que el 95,1% de la población de Pontevedra y comarca advierte una mejora ambiental de Ence en los últimos años. «Es lógico», asegura Casal. «El nivel de compromiso con el medio ambiente de los 350 empleados de Ence es total. La gestión del impacto ambiental debe ser una prioridad absoluta a día de hoy para cualquier empresa que quiera ser sostenible y competitiva. Y los avances logrados por Ence son en materia ambiental son muy grandes».
Cuando en 2014 concluya el plan de Eliminación de Olores que Ence ha puesto en marcha bajo la denominación «Compromiso Olor Cero», la factoría de la empresa en Pontevedra será la primera del mundo que haya eliminado por completo su impacto oloroso. El Centro de Operaciones de Ence en Lourizán es ya, además, uno de los dos únicos de Europa que producen el 100% de pasta de papel sin utilizar ningún compuesto de cloro. Y ha logrado alcanzar, además, los mejores indicadores de gestión ambiental del sector papelero en el mundo.
«Son logros que se alcanzan colectivamente», explica Casal. «En la eliminación de olores, ha sido muy importante la colaboración con la Universidade de Santiago, pero, sobre todo, el esfuerzo de los trabajadores de Ence en Pontevedra para conseguir la excelencia operativa en materia ambiental».
En la parada técnica anual del pasado mes de marzo, se instalaron equipos de condensación de gases que también han aportado en esta reducción de olores. «Podemos decir que, también, muchos trabajadores de empresas contratistas de la ciudad han contribuido a esta mejora. Son contratistas que colaboran con nosotros diariamente y nos apoyan habitualmente en la parada técnica anual». Este año, en la parada técnica anual de la factoría se sumaron a los trabajadores de Ence otros 720 procedentes de empresas contratistas. Un total de 420 están vinculados a empresas de Pontevedra y comarca.
Ence continúa trabajando para reducir el impacto visual. Para ello, está ultimando un plan que permita eliminar la emisión de vapor de agua. Además, la empresa trabaja en la elaboración de un proyecto arquitectónico que permita controlar también el impacto visual de la factoría. «Para la actual Ence», asegura Casal, «estos temas son fundamentales. Estamos cumpliendo con lo que anunciamos sobre los olores y cumpliremos también con la mejora en la reducción del impacto visual. Por la ciudadanía y por nosotros mismos».